domingo, 13 de julio de 2014
Reflexión acerca de “Los símbolos en el aula y las dimensiones rituales de la escolaridad” partiendo del trabajo de campo realizado por Peter McLaren
Los símbolos indudablemente corresponde a un significado, el cual nos sugiere o representa algo, de alguna manera es acompañado por los rituales que se realizan a la hora de enseñar en las escuelas, en el caso de la educación, quizás existen cosas monótonas que son consideradas ritos, pero que realmente se han hecho costumbres; lo que es costumbre, no quiere decir que sea un rito.
El estudio realizado por Peter, es de gran importancia, porque a pesar de haberse enfocado en dos grados y en una escuela especifica, se refleja la realidad de muchos colegios, es una luz para la reflexión en la educación que se está impartiendo hoy, desde la educación inicial, básica, diversificada y hasta universitaria.
Los ritos tiene diferentes perspectivas, según cada autor, no obstante algunos coinciden en que pertenecen a la cultura de cada individuo, el cual es manifestado a través de gestos simbólicos, pueden ser solemnes, estar ligado a la superveniencia de un poder, posiblemente valerse de las experiencias colectivas para convertirse en la misma cultura inmaterial de un lugar determinado, siendo una repetición invariablemente.
En la actualidad, se palpa en los colegios, liceos y universidades católicas imágenes religiosas como símbolos propios del catolicismo, sin embargo eso no lo hace más o menos católicos, sino que cada estudiante se puede sentir coaccionados por la simbología impuesta.
Peter, en su trabajo, aclaro lo que es un ritual, porque se veía anteriormente como un hecho religioso, y no es así, va más allá de la religiosidad, pues es parte de la vida misma de cada persona, ya que son adquiridos históricamente y hasta biológicamente. Por lo tanto, es importante resaltar que no todos los comportamientos son rituales, ya que no todos son simbólicos.
Las escuelas son generadoras de conocimientos, determina hábitos inculcados, los cuales se pueden convertir en rituales y signan la vida escolar. La institución educativa reelabora los ritos y los socializa en los estudiantes para reproducir en ellos los valores que el colegio sustenta.
Los diferentes tipos de rituales que Peter, encontró en la escuela Ryan se asemeja al de otras instituciones educativas, quizás unos con más énfasis que otros, por ejemplo; el micro y el macro ritual, es aquel que va desde las actividades individuales hasta las grupales que realizan los alumnos dentro del aula diariamente, cabe destacar los rituales de resistencia; donde los estudiantes tienen un fin único que es romper las reglas, llevarle la contraria al docente y lo pueden expresar activamente o pasivamente, se evidencia claramente en los colegios seglares o religiosos.
Existen ocasiones donde los estudiantes y docentes se encuentran en una constante pelea, porque el alumno no quiere respetar las normas impuestas, y lo expresa a través de gestos simbólicos. Cabe resaltar que dentro de una institución, los estudiantes asumen lo que llama Peter, dos estados que no se trata de la parte emocional, sino del estado bocacalle donde expresa libremente su comportamiento como seria en su vecindario, plazas, en las áreas del colegio y el estado del estudiante, quien es aquel que respeta normas y se deja guiar por el docente.
Posiblemente, haya una dificultad cuando el alumno pasa de un estado a otro, pues no permanece perennemente en uno de ellos, se da el trance en el momento que ellos mismos lo consideren necesario, aunque esta fase se convierte en uno de los rituales de instrucción; otros de estos rituales es la manipulación de los símbolos, realidad notoria en el ámbito escolar, sobre todo en los colegios católicos, porque de alguna manera se manipula al estudiante con los símbolos religiosos por parte del docente o directiva del plantel para lograr lo que consideren conveniente según la misión o visión del mismo.
Un maestro con vocación, debe saber hacer frente a los diversos estados del estudiante para abordarlo de una forma adecuada y responsable, de manera que, no se cree un trauma en ese proceso de cambio, incluso conocer sus creencias para poder abordarlo con los símbolos propios de la institución, sin caer en la manipulación de los mismo, porque lamentablemente en la realidad se está cayendo en ese error.
Asimismo, las directivas de cada colegio, ya sean seglares o de alguna congregación religiosa, no sólo deben abordar el carisma de la congregación, sino que partir de la propia experiencia del estudiante para que los diferentes tipos de ritos sean ejecutados sin complejos y se caiga en simples rutinas sin sentido, aún con los símbolos propios que le caracteriza.
La educación católica con todos los símbolos que la representa, es importante en la sociedad, a pesar de son sombras, prevalece las luces en Venezuela y en otros países, además nuevas perspectivas socioculturales, devenidas del Concilio Vaticano II, entre otras. En consecuencia, la enseñanza no es hipótesis o verificación sino problemas conceptualizados y configurados con evidencias empíricas.
En la escuela se alimentan la vida intelectual y en ella nacen las primeras relaciones de amistades, no se puede quedar sólo en rituales religiosos que quizás para algunos estudiantes no significa nada, además no todos los estudiantes son de la religión católica, algunos son de otras creencias o simplemente son ateos, desde esta perspectiva, porque obviamente no solo lo religioso es ritual. El docente como partícipe de un proyecto educativo católico, debe dejarse interpelar por los signos de los tiempos, para que, esa educación sea de crecimiento personal, con valores cristianos, personas íntegras, de este modo, se proyecten en la sociedad siendo mejores ciudadanos cada día.
En las dimensiones rituales, el rol del docente es fundamental, pues forman a los estudiantes según un modelo educativo impuesto por las directrices del Estado, ciertamente también imparten el prototipo del colegio, pero si dejar a un lado su cultura, y creencias que de alguna manera, va influir en la formación académica del alumno, tomando en cuenta que el ritual actúa en el campo de las representaciones sociales y resulta un mecanismo transmisor de una ideología, o visiones del mundo, puede invertir las normas y valores del orden social dominante.
Para concluir, los rituales escolares son vistos como algo cotidiano donde la postura ante ese acto es rígida, una mirada estricta, la participación de cada estudiante, docente, personal administrativo, obrero es obligatoria para conmemorar algo o alguien, los cuales se transmiten de generación en generación y se mantienen en el tiempo dentro de la institución escolar.
El valor de la tarea educativa depende de su fundamentación antropológica, así que todo docente debe ser humanista, para enseñar a los alumnos. El verdadero maestro promueve los derechos humanos, respetando la peculiaridad de cada individuo y sin caer en la rutina diaria ritualizandola sin contener símbolos que la identifiquen. Ahora bien, la misión educativa de todo docente es educar desde la realidad cultural, respetando cada creencia y sin tratar de manipular a través de símbolos, iconos para lograr un fin de la institución.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario